¿Cómo observar, conocer, armar el diagnóstico?
Técnicas de diagnóstico
- Escuchar y observar a los miembros de la organización
- Entrevistas
- Participar de reuniones
- Dinámicas grupales, actividades lúdicas
- Consulta de materiales (boletines, publicaciones, informes, estadísticas, encuestas, registros fotográficos, videos, etc.)
- Encuestas
- Análisis de mensajes institucionales
Alberich divide estas técnicas en 3 tipos:
Las técnicas cuantitativas (como la encuesta o entrevistas cerradas) tratan de producir un conocimiento descriptivo. Para ello tratan al investigado como objeto: objetivando lo que dice. Es una buena técnica para cumplir funciones estadísticas.
Las técnicas cualitativas, como las entrevistas más abiertas o los grupos de discusión (temática), tratan de producir un conocimiento explicativo; trabaja con lo subjetivo del otro pero no lo saca de lugar de objeto de la investigación. Es una buena técnica para conocer opiniones, para explicar las relaciones en la estructura.
Las técnicas dialécticas o participativas (como las dinámicas grupales, la observación participante, o el FODA participativo), toma a lo investigado como sujeto (toma al sujeto como protagonista, produciendo conocimiento con los otros), tratando de transformar/democratizar. Es buena para intervenir desde nuestra propuesta.
Se puede afirmar que cuanto más participación en el proceso de producción de conocimiento, más transformador será para los involucrados. Se trata de intentar que no ocurra esta separación entre los que saben (interpretan y deciden qué se hace con la información) y los que no saben (y pasivamente esperan lo que los otros decidieron por uno).
Superando esta separación tradicional está la propuesta de la investigación-acción que no concibe al diagnóstico separado de la acción: diagnosticar es intervenir, a la vez que intervenir supone conocer.
Con el uso de las técnicas uno ya está interviniendo; por eso con la elección de las técnicas se está definiendo cómo estoy interviniendo. Las técnicas, según el texto de Alberich se dividen entre más cuantitativas, más cualitativas, o más dialécticas; y pueden servir para todo proceso de conocimiento, de entendimiento, de discusión y decisión sobre algo, de evaluación sobre lo actuado. Estas técnicas de diagnóstico se definen y acomodan a la organización abordada.
Una herramienta interesante para sistematizar el diagnóstico es la matriz de análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades, Amenazas). Esta matriz sirve para vincular y articular la realidad interna y externa de una organización.
El FODA es un método de análisis institucional que estudia distintos datos de la organización, su contexto y entorno. Permite diagnosticar la situación de una organización, su posición en el contexto, su estado interno para luego definir y planear su rol y acción en el medio.
El FODA permite tomar decisiones. Es una instancia útil como bisagra entre el diagnóstico y la formulación del proyecto
Diagnóstico externo o de contexto
La vida de una organización depende en gran medida de lo que ocurre afuera de la misma. Cambios en la situación económica, en las leyes, en las políticas pueden representar oportunidades para consolidar la organización o por el contrario obstáculos a superar. Comprender que los proyectos y actividades que se generan desde las organizaciones sociales no son acciones aisladas.
Oportunidades: factores favorables propios del contexto.
Amenazas: factores adversos del entorno.
Diagnóstico interno o institucional
Da cuenta de la situación de la propia organización. Este diagnóstico también debe incorporar la mirada la reflexión de todos los actores sociales que están relacionados con el proyecto.
Fortalezas: son las situaciones, atributos, cualidades y recursos propios de la organización que son favorables para la puesta en marcha de un proyecto.
Debilidades: aquellas situaciones, recursos u otros factores que representan una dificultad, que limitan las posibilidades que pueden impedir el desarrollo de un proyecto.
Algunas ideas:
Participar de la vida cotidiana de la organización sabiendo que “con la sola presencia modifican la situación a observar” y que “lo que ven, lo ven siempre desde la propia subjetividad”, por eso es conveniente el trabajo en grupo, en equipo.
No confundir a una persona (lo que dice una persona) con la organización (con lo que es o representa la organización), pues la organización es más que una persona.
No utilizar la palabra diagnóstico cuando conversen con la organización, genera resistencia, asusta y obstaculiza la relación que están construyendo, a la vez que deslegitima la propia propuesta participativa. Mejor hablar de proceso de conocimiento; de reflexión colectiva de una situación.
Dice Alfredo Carballeda “la intervención implica la elucidación de los datos complejos de una situación o acontecimiento, en tanto aproximación desde un marco comprensivo explicativo de una situación o búsqueda de una secuencia lógica de sentido”. Este conocerse en y con los miembros de la organización no es un proceso neutro. La presencia de un equipo de estudiantes de comunicación no va a pasar desarpecibida, sino que ya sea solo observando, va a implicar una acción, una intervención que como tal produce expectativos y consecuencias.
El conocer también delimita un territorio, un espacio, un lugar. Desde la perspectiva de los imaginarios sociales, imaginario no es solo “imagen de” sino una creación incesante, indeterminada que es atravesada por lo subjetivo, lo social y lo histórico. A su vez la noción de representación se relaciona con un conjunto de conceptos, percepciones, significados y actitudes que los miembros de un grupo comparten en relación a ellos mismos y los fenómenos del mundo que los rodea.
La propuesta de investigación-acción surge como respuesta a esquemas de planificación verticales y dirigistas por parte –sobre todo- de instituciones gubernamentales. La complejidad de la vida social, las expresiones diversas de la sociedad civil y las nuevas formas de asociación impulsan el trabajo en organizaciones y comunidades desde los marcos de la investigación-acción. El proceso de conocer que implica el diagnóstico no puede quedar afuera de este marco.
Siempre debe tenerse como horizonte la realización de un diagnóstico en forma conjunta y cooperativa con los otros. A su vez, el investigador no se ubica como mero observador externo, sino desde la doble posición de investigador-actor.
Como observador toma cierta distancia y registra lo que sucede en la organización. Mira críticamente y a su vez se observa a si mismo en ese lugar de actor. Toma una distancia analítica y crítica de los contextos y de las relaciones entre los mismos actores.
Bibliografía
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CARDOSO, Nelson; La Comunicación desde una perspectiva de Comunicación Comunitaria, Apunte de Cátedra, 2007.
HUROVICH, Iván; Observables para construir un Diagnóstico Comunicacional, Ficha de Cátedra, 2004.
ISELLA, Juan; LOIS, Ianina; Sistematización de la experiencia, Ficha de cátedra, 2004.
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PRIETO CASTILLO, Daniel; Diagnóstico de Comunicación, Ciespal, Quito, 1990, pp. 15-35.
Aporte: Ianina Lois
Ianina Lois
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